En un reciente descubrimiento, se han identificado anomalías geológicas en el fondo del océano Pacífico que podrían cambiar la comprensión actual de la historia geológica, aportando nuevos datos sobre la formación y evolución del planeta. Además, México ha logrado observar imágenes del Big Bang y la infancia del universo gracias al Telescopio Cosmológico de Atacama, proporcionando imágenes exclusivas con mediciones precisas del momento en que se formó y evolucionó el cosmos. Estos hallazgos no solo enriquecen el conocimiento científico, sino que también abren puertas a nuevas investigaciones sobre el origen del universo y nuestro planeta.